Comencé a usar la Terapia Floral, específicamente las flores de Bach, con el nacimiento de mi hijo Manuel, y a través de su médica, la Dra. Liliana Szabo.
A partir de ese momento, también empecé a tomarlas yo, y en evidencia de los resultados y los cambios en actitudes y emociones, fue que las incluí en mi repertorio terapéutico y comencé a estudiar con diferentes productores.
Ya son más de 25 años de aquel inicio, y al poco tiempo comencé a conocer a los grandes productores de nuestro tiempo: Pedro López Clemente, Julián Bernard, y actualmente conociendo las flores de Pereleandra y los rayos del alma, del jardín de Cocreación entre el hombre y la naturaleza en Virginia EEUU, logrando una mayor interconexión con los espíritus de la naturaleza.
Los remedios florales son esencias Vibracionales que provienen de la flor de diferentes especies, árboles y plantas.
Esta vibración, despierta, equilibra nuestras propias frecuencias en órganos y sistemas.
Al cambiar la frecuencia, cambian también la emoción y el estado negativo que transitamos.